Es dialogar con quien te ama y desea lo mejor para tí. La oración viene a ser la forma de ese diálogo.
Existen oraciones con formas o fórmulas mágicas pre establecidas y otras de forma libre, que brotan espontáneas del corazón y del pensamiento. Lo bueno es que ambas formas adquieren validez por el ánimo sincero del rogante.
Las siguientes oraciones fueron entregadas por el V.M. Samael Aun Weor. La obra de que fueron tomadas aparece sintetizada y marcada con una flecha [>]. Para más información consulte nuestra Biblioteca.
En el nombre de Jehová Dios,
Cristo Jesús ruega por mis hermanos, mis padres, mi madre, mis hijos, mis sobrinos
y todos los amigos que tengan buen Corazón,
y por mí. Gloria a Dios Padre y el Espíritu Santo. Amén.
→ Medicina Oculta y Magia Práctica
María no tuvo dolor en el parto, porque concibió su hijo por obra y gracia del Espíritu Santo, y todos los esposos y esposas del mundo podrían imitar a María y a José, concibiendo sus hijos por obra y gracia del Espíritu Santo, “no fornicando”.
Esta es la clave maravillosa que permitirá que nazcan niños inteligentes y llenos de belleza.
Lo importante es saber abstenerse y orar al Espíritu Santo diariamente, y a su santo Ángel Gabriel, para que en sueños nos haga partícipes de la anunciación. Y entonces el Ángel del Señor, revelará en sueños el día y la hora en que los esposos pueden verificar el acto sagrado de la fecundación.
Esta concepción del Espíritu Santo, convertirá cada hogar en un paraíso, y desaparecerán los desencantos amorosos y habrá felicidad.
Toda oración al Ángel Gabriel, se hará así:
“Jehová de los Ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva,
y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva,
mas dieres a tu sierva un hijo varón,
yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida,
y no subirá navaja sobre su cabeza.” Amén.
(Versículo 11, Capítulo I, Samuel). → El Libro de la Virgen del Carmen
Hay que hacer el círculo mágico... y habrá que bendecir los cuatro puntos cardinales de la tierra diciendo la oración del Ángel Gabriel, que es la siguiente:
“Trece mil rayos tiene el sol,
trece mil rayos tiene la luna,
trece mil veces sean arrepentidos los enemigos que tengo yo”. Amén.
Con esta oración, el Ángel Gabriel alejará las malas entidades visibles e invisibles.
→ Medicina.
Creo en la unidad de Dios, en el Padre como entidad impersonal, inefable e irrevelado, que nadie ha visto, pero cuya fuerza, potencia creatriz, ha sido y es plasmada en el ritmo perenne de la creación.
Creo en María, Maia, Isis, o bajo el Nombre que sea, en la fuerza física simbolizando a la Naturaleza, cuya concepción y alumbramiento revela la fertilidad de la Naturaleza.
Creo en el misterio del Bafometo y del Demiurgo, Espíritu entre Dios y la criatura.
Creo en una Iglesia Trascendida, Superior, mantenida en las Almas Puras, en las Logias Blancas, representada por la Fraternidad Universal, y que tiene su exponente en la Santa Iglesia Gnóstica, dirigida por Patriarcas, Apóstoles, Obispos y Sacerdotes.
Nuestra Ley es: Luz, Amor, Vida, Libertad y Triunfo. Nuestro lema divisa es THELEMA.
Creo en la comunidad de las Almas Purificadas, así como el pan material se transforma en substancia espiritual.
Creo en el Bautismo de la Sabiduría, el cual realiza el milagro de hacernos humanos.
Conozco y reconozco la esencialidad de mi vida concebida como una totalidad sin fin cronológico, que abarca una órbita fuera del tiempo y del espacio.
¡Oh! Divino Dios, quiero que me ayudes a vencer este demonio,
donde quiera que yo vaya me ayudarás a vencer,
quiero que me protejas de todo mal que venga contra mí,
salvadme de todo mal. Amén.
→ Medicina Oculta y Magia Práctica.
¡Oh! Santa Marta bendita muy querida y digna de Dios, eres la que anda en el monte Tabor, entraste y con la Gran Serpiente te encontraste, con el cinto de la Madre de Dios la ligaste y la ataste. Así ligando el Corazón de todos mis enemigos que vinieron contra mí en el nombre del Padre Eterno y la Santísima Trinidad. Amén. (3 Credos).
→ Medicina Oculta y Magia Práctica.
Recomendamos la siguiente para que sea propagada entre los enfermos y afligidos, pero siempre a base de pronunciarla con todo fervor, intensidad y concentración, levantando los brazos.
Nosotros recomendamos que hoy lo hagan del mismo modo hundiendo en sí la mirada interna para arrancar desde lo más profundo de nuestro Ser, la savia milagrosa que allí existe. No olvidemos que, según la expresión de un célebre ocultista, Dios se ruega a sí mismo...
Con los brazos en alto como quien espera recibir por ese medio una santa influencia, hay que decir:
“Fuerza Universal y Cósmica, energía misteriosa, seno fecundo de donde todo nace.
Tú, Logos Solar, emanación ígnea, Cristo en substancia y en conciencia, vida potente por la que todo avanza.
Ven hacia mí y penétrame, alúmbrame, báñame, traspásame y despierta en mi Ser todas esas substancias inefables que tanto son parte de ti como de mí mismo.
Fuerza universal y cósmica, energía misteriosa, yo te conjuro, ven hacia mí, remedia mi aflicción, cúrame este mal y apártame este sufrimiento para que tenga armonía, paz y salud.
Te lo pido en tu Sagrado Nombre, que los Misterios y la Iglesia Gnóstica me han enseñado, para que hagas vibrar conmigo todos los Misterios de este plano y planos superiores y que esas fuerzas reunidas logren el milagro de mi curación. Así sea.
Nota: La oración originalmente la entregó el Maestro Huiracocha en su obra “Plantas Sagradas” y el Maestro Samael la ratificó en sus enseñanzas, como puede verse en su obra sobre:
→ Medicina Oculta y Magia Práctica Oraciones Mayas
Vine, vine ante tu alto madero [del sacrificio]
a merecer de ti tu alegría Bello Señor mío,
porque tú das lo que no es malo,
las buenas cosas que están bajo tu mano.
Tienes buena y redentora palabra.
Yo veo lo que es bueno y lo que es malo aquí en la tierra.
Dame tu luz mi verdadero Padre;
pon mucho entendimiento en mi pensar y en mi inteligencia
para que pueda reverenciarte cada día...
Verdaderamente yo te imploro a ti Bello Padre de los cielos.
Grande eres en tu asiento en las alturas.
Por eso yo te reverencio Bello Único Dios.
Tú das el bien lo mismo que el mal aquí sobre la tierra.
Yo te llamo...
Cantares de Dzitbalché (Canto 2)
(Oración mensual del doctor en medicina)
Para que haya pomolché en los bosques,
beec en los bosques...
prenda en la tierra el plantado bacalché,
el bohom así en el oriente como en el norte,
así en el poniente como en el sur.
Viene por los cuatro ramales del camino de los cielos
donde está la casa de la estera en que rige el sabio Hunabkú,
aquél que recuerda al hombre que es difícil la vida aquí en el mundo
para quien quisiera ponerse en el afán de aprender,
y que aquí en la tierra da salud porque es el Señor del fuego, del agua, del aire, de la tierra,
Señor de este mundo, de todas las cosas hechas por él.
El Señor Hunabkú es quien da lo bueno y lo malo entre los buenos y los malos.
Porque él da su luz sobre la tierra;
porque es el Dueño de todas las cosas que están bajo su mano,
lo mismo el sol que la luna;
lo mismo la estrella humeante que es como la flor luminosa de los cielos;
o mismo las nubes que las lluvias;
lo mismo el rayo que la más pequeña mosca;
lo mismo las aves que los otros animales;
lo mismo...
Cantares de Dzitbalché (Canto 9)
Padre Nuestro que estás en los Cielos (I.A.O).
Santificado sea tu nombre.
Venga a nos tu Reino (Los mundos internos).
Hágase Señor tu voluntad, así en la tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.
No nos dejes caer en tentación, mas líbranos de todo mal. Amén.
Nota: Esta oración fue legada por Nuestro Señor el Cristo y contiene siete peticiones sagradas para que los devotos del sendero pidan como gracia al Altísimo.
Los gnósticos tenemos que hacer la voluntad del Padre, así en la tierra como en el Cielo, pero generalmente los hombres llaman e invocan a Padre para que Él haga la voluntad de ellos, o sea al contrario.
Dios te salve RAM-IO (María),
llena eres de gracia,
el Señor es contigo,
bendita tú entre las mujeres,
y bendito el fruto de tu vientre “IHESÚS”.
Virgen RAM-IO,
Madre de Dios,
ruega por nosotros los que tenemos el yo pecador;
ahora y en la hora de la muerte de nuestros defectos (yoes).
Amén.
Nota: Esta oración y el Padrenuestro, las deben orar todos los gnósticos antes de acostarse o en momentos de peligro. >El Libro de la Virgen del Carmen
La oración del Padre Nuestro es el poder mágico más grandioso para despertar el chacra del corazón. Orar es conversar con Dios. El Padre Nuestro sirve para conversar con Dios.
El discípulo se acostará en su lecho cómodamente. Apartará de su mente toda clase de preocupaciones terrenales, y luego muy despacio, meditará durante horas enteras en cada una de las palabras y frases del Padre Nuestro, como tratando de conversar con el Padre que está en los cielos.
Durante esta práctica el discípulo debe adormecerse profundamente.
En visión de sueños, el Padre que está en los cielos se le aparecerá al discípulo, y el discípulo podrá conversar con él familiarmente.
El Padre podrá hacerle ver al discípulo ciertas visiones que el discípulo debe aprender a interpretar con el corazón. Así es como todos los discípulos pueden conversar con Dios. →Magia Práctica
Existen también muchas fórmulas ritualísticas maravillosas, por ejemplo, el Padre Nuestro. Es una oración verdaderamente mántrica. Lo que hay (en realidad) es que debemos saber orar.
Un Padre Nuestro bien orado, es algo precioso. Francamente cuando quiero orar un Padre Nuestro me gasto una hora para orarlo. Les parece muy exagerado que diga que gasto una hora; pero así es hermanos, no puedo negarlo. La verdad de la verdad. Resulta que para hacer bien esa oración hay que meditarla. Y en la meditación se gasta por lo menos una hora.
Si meditamos en el sentido de cada frase, vamos muy lejos. Ahora, si se nos ocurre meditar en el sentido de cada una de las frases del Padre Nuestro en instantes de estar dormitando, el resultado será precioso. Pasaremos de la meditación al estado de Samadhi, es decir, entraremos en éxtasis.
Entonces podemos ver cara a cara al Padre, al Padre que está en secreto, a nuestro propio Dios Interno. Entonces recibiremos enseñanzas de nuestro propio Dios Interno. Podremos conversar también con los seres más inefables, en estado de meditación profunda.
Un Padre Nuestro bien orado es algo precioso, hermanos. Yo me gasto normalmente una hora para orar un Padre Nuestro. Claro que cuando hago la oración, lo hago en forma muy honda, meditando profundamente cada palabra, cada frase, ahí adormeciéndome, terriblemente concentrado; el resultado siempre es la iluminación interna.
Se acerca la Era Acuaria y hay necesidad de abrir todas las facultades; se acerca la era de la luz y hay necesidad de despertar todos los poderes. Más que nunca debemos ahora ser prácticos —y prácticos, repito— ciento por ciento.
El tiempo de estar teorizando ya pasó hermanos. Ahora vienen acontecimientos terribles para la humanidad, y es bueno que nosotros estemos preparados. →Materia, Energía, Mantras.
Todos dicen, en la oración del Padre Nuestro: «perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores». Pero si uno no perdona a sus deudores, a sus enemigos, ¿con qué derecho pide al Padre que lo perdone? ¿Qué derecho le asiste, para pedir perdón, cuando no es capaz de dar perdón? ¿Con qué derecho pide piedad, cuando no es capaz de entregar piedad? ¿Con qué derecho pide caridad, si no es capaz de darla? Así son todos: piden, pero no dan, y eso es gravísimo. El misionero gnóstico debe dar. ¿Qué va a dar? Sabiduría y amor a sus semejantes. Eso va a dar: Va a asistir, va a auxiliar, pero con amor. >Los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia.
—NOTA DEL EDITOR—
Mt 6:5 Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que aman orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. De cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mt 6:6 Pero tú, cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto te recompensará.
Mt 6:7 Y al orar, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que serán oídos por su palabrería.
Mt 6:8 Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis.
Mt 6:9-13 Vosotros, pues, orad así:
Padre Nuestro que estás en los cielos:
Santificado sea tu nombre, Venga tu reino,
Hágase tu voluntad, así en el cielo y en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación,
Mas líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos.
Amén.
Esta última parte se adiciona en algunas publicaciones de la Biblia, de la traducción Reyna-Valera, como la presente, costumbre que se remonta a los albores del cristianismo y supervivió en la edad media, incluso se empleaban las palabras hebreas correspondientes al árbol de los sefirotes —con sincretismo judeo-cristiano— y así llaman al reino malkut , al poder chesed y a la gloria gebura.
Decíase así: Tibi sunt Malkut, Chesed et Gebura per aeonas. Amén.
En realidad, la oración ha sufrido cambios a lo largo de los siglos y de ordinario se mezclan las versiones de los exaltados evangelistas Mateo y Lucas, pero es un hecho que el original de la Vulgata —traducción de san Jerónimo de la Biblia, del griego y hebreo al latín vulgar, de donde le viene su nombre— donde consta este pasaje de San Mateo, dice claramente: El pan nuestro supersubstancial, dánoslo hoy.
A continuación exponemos varias versiones de esta sagrada oración, sólo para efectos de ilustración, porque entendemos que lo mejor es orar con devoción, con el corazón, cualquiera que sea la versión que uno adopte.
La versión de arriba procura ser lo más literal posible de su traducción del latín, optándose por incluir las palabras de San Lucas El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Evangelium secundum Mathaeus (6:9-15)
Pater noster qui in caelis es
sanctificetur nomen tuum
veniat regnum tuum
fiat voluntas tua sicut in caelo et in terra
panem nostrum supersubstantialem da nobis hodie
et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimisimus debitoribus nostris
et ne inducas nos in temptationem
sed libera nos a malo.
Amen.
(tomado de obra devocional del s. XVIII)
Pater noster, qui es in caelis:
sanctificetur nomen tuum:
adveniat regnum tuum:
fiat voluntas tua, sicut in caelo, et in terra.
Panem nostrum quotidianum da nobis hodie:
et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimisimus debitoribus nostris.
Et ne inducas nos in temptationem:
sed libera nos a malo.
Amen.
Evangelium Secundum Lucas (11:2-4)
Pater sanctificetur nomen tuum
adveniat regnum tuum
panem nostrum cotidianum da nobis cotidie
et dimitte nobis peccata nostra siquidem et ipsi dimittimus omni debenti nobis
et ne nos inducas in temptationem.
Mt 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial también os perdonará a vosotros.
Mt 6:15 Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Pedid y se os dará.
Mt 7:7 Pedid, y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad, y se os abrirá.
Mt 7:8 Porque todo el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abrirá.
Mt 7:9 ¿Qué hombre hay entre vosotros que, al hijo que le pide pan, le dará una piedra?
Mt 7:10 ¿O al que le pide pescado, le dará una serpiente?
Mt 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?
Mt 7:12 Así que, todo lo que queráis que los hombres hagan por vosotros, así también haced por ellos, porque esto es la Ley y los Profetas.